5 Hechos Fácil Sobre aoraciones Descritos

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-La Iglesia siempre ha concedido indulgencias a esta ejercicio, a lo prolongado de los siglos, y aún hogaño al rezo del Rosario de los Siete Dolores de la Casto se le concede indulgencia parcial.

“Les adivinaré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas.”

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Te suplico la Humor que me recibas en el núsimple de quienes te sirven con apego, luego que, al pie de la Cruz, a todos nos recibiste como hijos tuyos.

La forma de rezar los siete dolores de la Casto María es a través de una devoción conocida como «Rosario de los Siete Dolores». Este rezo se centra en meditar y reflexionar sobre los principales sufrimientos que la Inexplorado María experimentó durante su vida.

Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección cuidadoso a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su apego y obedezca Su divina voluntad.

Purísima y atribulada Inexplorado María: yo os acompaño todavía con piadosa y compasiva solicitud en vuestra penosa huida a Egipto, y os pido humildemente me permitáis seguiros por el santo camino de las contrariedades y tribulaciones de esta vida, para ser conducido por este trabajoso destierro al salvador orfelinato de la virtud.

Alcanzadme, Origen mía, las luces de la divina Humor, para que acierte a escapar con paso firme y resuelto de las persecuciones y asechanzas de mis aoraciones vicios y pasiones, que son mis mortales enemigos, hasta verme fuera de y seguro en el inexpugnable recinto de la clase de Alá durante mi fatigoso y arriesgado tránsito por el desierto de este mundo, a fin de poder conservarse felizmente al término de mi caminata, y alcanzar la dicha de verme reunido con mi redentor Jesús, y con Vos, entusiasta Madre mía.

Esta devoción nos brinda la oportunidad de acercarnos a María y reforzar nuestra fe en momentos de dolor y sufrimiento. Es una modo de recordar y compartir su dolor como raíz y de agenciárselas su intercesión en nuestras vidas.

Virginal María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan allí, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de emanar, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio

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Madre del amor imperecedero, por la soledad en que quedaste al dejar el Cuerpo de tu Divino Hijo en el sepulcro, haz que siempre los tenga a Jesús y a Ti por compañía, que no me olvide que estamos de paso en este mundo y que comprenda que solo muriendo a mi mismo es que resucitaré a la vida eterna.

El Rosario de los Siete Dolores es una devoción católica que indagación honrar los siete momentos de sufrimiento que vivió la Virgen María durante su vida.